Santiago no es Chile, tampoco Valdivia es Los Ríos

Santiago no es Chile, tampoco Valdivia es Los Ríos

Santiago no es Chile, tampoco Valdivia es Los Ríos
Imagen de contexto | RioenLinea
Santiago no es Chile, tampoco Valdivia es Los Ríos
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La frase Santiago No es Chile suele usarse para hacer referencia a aquel centralismo asfixiante, que aqueja a regiones y municipios cuando se trata de distribuir recursos, tomar decisiones estratégicas, o simplemente realizar gestiones con autoridades de gobierno. Igualmente, a nivel regional, se suele escuchar que Valdivia no es Los Ríos, dado que se tiende a replicar aquella forma de tomar decisiones, concentrando la atención de la política pública, con mayor intensidad en la ciudad de Valdivia que en el resto de la región. Se replica, lo que se ha llamado un centralismo intrarregional.

Para enfrentar este centralismo regional, en la Región de Los Ríos se han hecho esfuerzos desde sus orígenes. En el año 2007 para deslocalizar a comunas, algunos servicios públicos regionales, como Indap, Sag, Conaf, fueron instalados en ciudades distintas a Valdivia. Luego para el año 2014-2015 se hizo lo propio con una oficina de la Seremi de Minería en Mariquina y una oficina de Turismo en la ciudad de Panguipulli. Esto constituye un avance en esta materia, de eso no cabe duda, porque la tendencia a la centralización en la capital nacional y en las capitales regionales, es una condición natural de la gestión pública en Chile.

La tendencia de los representantes electos, así como la burocracia pública es responder donde se concentra la mayor cantidad de población y la opinión pública. Por ello, es muy destacable los esfuerzos que se han hecho en nuestra región, dado que acá existe una sensibilidad por parte de autoridades políticas electas (Core, concejales, alcaldes, gobernador) por descentralizar la gestión a nivel regional. ¿Es suficiente?, no, por ello se hace necesario seguir en esta senda.

Una de las vías es promover políticas de inversión con criterios de equidad territorial, lo cual, en la práctica, implica asignación de recursos para inversión pública, con criterios adicionales a los que tienen que ver con cantidad de habitantes o pobreza. El principal obstáculo para este objetivo es que los principales formuladores para que esto se concrete debieran ser los municipios. La realidad municipal en materia de capacidades técnicas es innegable, dado que la mayoría de ellos en la región con la excepción de Valdivia, posee una escasa cantidad de profesionales para formular proyectos de envergadura para el desarrollo de las comunas.

Es por esta razón que para que las políticas de equidad territorial sean eficaces, se hace necesario fortalecer la capacidad técnica formuladora de municipios, sólo así se puede asegurar que asignaciones con foco en equidad, se concreten y tengan pertinencia territorial. Es indispensable robustecer la capacidad formuladora de las Secretarías de Planificación de las municipalidades, de lo contrario, se quedará expuesto a que los principales proyectos de desarrollo sean formulados por servicios públicos desconcentrados, lo cual en sí mismo no es negativo, pero si demoroso para muchas comunas, sobre todo aquellas de menor tamaño relativo y que requieren con urgencia proyectos de infraestructura para detonar procesos de desarrollo y crecimiento territorial.

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