Pedalear con conciencia, un imperativo urbano

Pedalear con conciencia, un imperativo urbano

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Imagen de contexto | Pexels
Pedalear con conciencia, un imperativo urbano
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Publicado por: Lorena Liewald Dessy

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En muchas ciudades del país, la convivencia vial se ha vuelto un escenario cada vez más complejo. No solo por el aumento del parque automotriz, sino también por la proliferación de ciclistas que, lejos de transformarse en un aporte a la descongestión y sostenibilidad de las ciudades se han transformado, no todos claramente, en un riesgo para sí mismos y para los demás. La bicicleta, símbolo de transporte limpio y de hábitos saludables, pierde parte de su valor cuando quienes la conducen ignoran normas básicas de tránsito que, paradójicamente, buscan protegerlos.

Resulta frecuente ver ciclistas cruzando con luz roja, zigzagueando entre autos detenidos o circulando por las veredas a gran velocidad. A ello se suma el uso extendido de audífonos, una práctica que disminuye la percepción auditiva y la capacidad de reacción ante imprevistos. En un entorno urbano saturado de estímulos, esta conducta no es solo temeraria es una negación de la responsabilidad compartida que exige la vida en comunidad.

El problema va más allá del acto individual. Lo que observamos es un síntoma evidente de la falta de principios ciudadanos, una problemática que se arrastra por generaciones y que hoy se expresa en comportamientos cotidianos que normalizan el riesgo. La señalética deja de ser una guía para transformarse en una sugerencia, y el respeto por el otro se diluye en la premura por llegar antes o simplemente en la costumbre de transitar libremente, sin apego a la normativa.

Reforzar la educación ciudadana es, por lo tanto, una urgencia. No basta con infraestructura o campañas esporádicas, se requiere de una formación sostenida que devuelva el sentido de responsabilidad colectiva. Porque la ciudad es un espacio compartido, y la movilidad, sea cual sea el medio de transporte, nos exige un mínimo de respeto y conciencia. Solo entonces podremos hablar de una cultura vial que realmente proteja a todos.

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